martes, 10 de diciembre de 2013

Alicia y el frasquito

El asunto fue que Alicia le hizo caso al gato y se tomó el líquido del frasquito, fondo blanco.
Entonces le crecieron las tetas, se le redondeó el culo, la cinturita se le contorneó como una avispa, los labios se le pusieron todos morados y gordotes. Pero lo más significativo fue que se puso tan caliente -ya a mitad del frasquito se le mojó la bombacha- que se volvió, agarró al gato por el cuello y se lo montó hasta disecarlo.
No le bastó, por supuesto, y más tarde se enfiestó con el sombrerero loco, la reina de corazones, el conejo blanco y la liebre de marzo.
Todos ellos hicieron lo imposible para detener el ardor de Alicia, que ya se había extendido a toda su geografía corporal... podían, por ejemplo, provocarle una serie de grotescos multiorgasmos hablándole suavemente en el oído izquierdo.
O chupándole un dedito.
Más tarde la Oruga hizo lo imposible por evacuar ese ardor calamitoso que hacía de Alicia una putarraca desencajada: se introdujo enterita, literalmente, en el culo de Alicia, recorrió todos sus intestinos, el grueso, el fino, siguió subiendo y subiendo a través de conductos calientes, dejó atrás el estómago y trepó por el esófago hasta ver la luz al final del túnel.
Terminó saliendo toda llena de caca y de babas por la boca de Alicia, que para esta altura ya parecía más un demonio crepuscular que un inocuo personaje de ficción infantil.
Finalmente le pidieron que se fuera al mundo real, que su extrema puteza excedía con creces el inocente mundo de los niños.
Aquí la historia comienza a diluírse, pero sigue un poco más.
Los últimos rumores cuentan que Alicia está filmando películas porno con Nacho Vidal y Rocco... y se dice que ni ellos dos juntos pueden apagar el fuego del frasquito inoculado en la carne de la nena.
Eso sí, dicen que las pelis son tremendas, es que hasta ahora nadie había visto a Nacho y a Rocco asustados por las embestidas furiosas de una hembra
demoníaca en constante estado de celo infinito...

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